Hola mi nombre es María y vengo a contar mi historia.. tengo 26 años en la actualidad y aunque he tenido una vida muy divertida sexualmente hablando hoy puedo decir que siento que hay cosas que aún no he experimentado. A noche salí a un bar dispuesta a remediar esa fantasía que no deja de dar vueltas en mi cabeza, me senté y pedí unos tragos para tener la valentía que necesitaba para cumplir mi fantasía. Pedí un whisky y lo bebi de golpe.. uff vaya que ayudo pasado un tiempo se acercó a mi un guapo hombre de unos 30 años aproximadamente con unos ojos verdes enormes y una sonrisa que le quitaría el sueño a cualquiera.. me invitó una copa y brindamos, todo el tiempo sentía su mirada sobre mi mientras relamia sus labios, me dijo si quería unirme a su grupo de amigos y acepté. Todo iba muy bien seguíamos bebiendo y bailando se había puesto muy cachondo y ni que decir de lo rico que se sentía la protuberancia de su sexo al rozarme el trasero mientras sus manos sujetaban mis caderas con mucho ímpetu, luego invito a su amigo a bailar con nosotros.. vaya que amigo un hombre alto, moreno de ojos café con una fisionomía exquisita, que me sujeto de la mandíbula y susurrandome al oído me invitó a un lugar más privado para poder estar más tranquilos y seguir con la fiesta. Nos despedimos de su grupo de amigos y salimos del bar aproximadamente a las 02:00 de la mañana, tomamos un taxi y nos dirigimos a un complejo de apartamentos ubicados en una zona céntrica de la ciudad de Trujillo. Una vez dentro de su departamento Luis el hermoso hombre de los ojos verdes me invitó una copa de vino y suavemente me besó tocando con sus manos mis caderas mientras que Raúl el guapo moreno se meneaba restregando en mi trasero su enorme bulto ya bastante rígido, tocaba mis senos mientras se frotaba en mi y me decía al oído si sería capaz de aguantar todo lo que querían hacerme yo solo sonreía y le restregaba con sutileza mi gran culo que estaba muy dispuesto a montar a ese para de machos. Poco a poco fueron quitando mi vestido que para ser sincera no era muy difícil de sacar y que mostraba todas las bondades de mi cuerpo, un par de tetas bastante generosas y firmes, una cintura pequeña y muy bien cuidada y mis enormes caderas que estaban muy bien equipadas con un par de glúteos que para ser muy sincera eran la zona de mi cuerpo que más me gustaba, dejándome solo en una pequeña tanga que cubría solo lo necesario empezaron a quitarse la ropa mientras yo me deleitaba con esos cuerpos y su delicioso olor a hombre que me embriagaba. Se quedaron completamente desnudos frente a mi, no pude evitar deleitarme con sus hermosos miembros que ya estaban erguidos mientras de ellos empezaban a chorrear su semen pre-seminal me arrodille y ambos se pusieron a mis costados dejándome llevarme a la boca sus p***s mientras lamía y chupaba esas hermosas vergas que me tenían muy húmeda, después de darles una mamada deliciosa de las cuales me sentía muy orgullosa, Luis me levanto y se sentó en el sofá de la sala y me hizo abrir de piernas para saborear mis jugos.. gemidos salían de mi boca al sentir su lengua jugar con mi sexo mientras Raúl no perdió el tiempo y me metió su gran v***a negra en la boca para seguir mamandosela, goce tanto del sexo oral que Luis me hacia que sentí como llegaba al orgasmo, Raúl se sentó en el sofá y me invitó a montarlo, sin pensarlo me senté en esa enorme v***a y empecé a subir y bajar en toda su longitud mientras el besaba y peñizcaba mis pezones, Luis sin perder el tiempo me colocó su pene en la boca para mamar mientras su amigo me hacía gemir de placer mientras ambos me decían que era una tragona que le gustaba mamar y montar al mismo tiempo, escucharlos gemir mientras me nalgueaban y decían guarradas me ponía muy cachonda. Luis se puso delante de mi y exigiendo su turno me puso de pie y me voltio para empezar a mamar a Raúl mientras el me la metía de una sola estocada por mi conchita que estaba muy jugosa, esa v***a era la gloria entraba y salía sin piedad de mi mientras me decía que era una buena putita y metía sus dedos en mi culo para empezar a dilatarlo. Ambos se pusieron de pie y Raúl me cargó para volverme a clavar su v***a por la conchita mientras Luis se ponía atrás de mi para poco a poco ir ensartando su enorme v***a por mi estrecho culito mientras yo gemía de placer al sentirme tan llena con esas dos gloriosas pollas que me daban una estocada tras otra, sentía que me estaba partiendo mientras ellos me penetraban una y otra vez, susurrandome lo rica y apretada que estaba haciéndome perder el sentido cuando ambos me llenaron de chorros de leche caliente. Terminamos rendidos después de tanto placer y entre risas me invitaron a pasar la noche con ellos mientras acariciaban y tocaban mi cuerpo diciendo que está experiencia tenía que volver a repetirse. Fueron los orgasmos más deliciosos que pude experimentar al ser tomada por ese par de vergas gordas y grandes que volverían a cualquier mujer loca de gusto.