Conozco al jefe de mi padre desde que yo era pequeña. Es un hombre de negocios millonario, poderoso, inteligente y sorprendente. En mi cumpleaños número dieciséis, lo observé a escondidas mientras le mostraba sus habilidades a una mujer rubia, él me vio, pero no dijo nada, dejó que lo viera. Desde ese momento lo que sentía por él aumento a un deseo carnal indescriptible. Sin embargo, ahora soy mayor de edad. Lo suficientemente para aceptar un trabajo de verano junto a él, como su asistente. El señor Lenin ahora también es mi jefe. ¿Qué pasará ahora que nos veremos diariamente? ¿Recordará ese día donde me dejó espiarlo? ¿Qué significado tengo en su vida? Pronto tendré respuestas a mis preguntas, solo espero no salir lastimada.